La nueva era del porno: Las webcamers y el vuelco total a la industria del sexo

las webcammers y el sexo
Que cosa en la vida de cada uno de nosotros no se ha visto afectada de alguna manera gracias a la red? Así muchos no lo quieran aceptar el fácil acceso a contenidos, libertad de hacer lo que se quiera en el ciberespacio así como las conductas y preferencias de las personas en este medio están cambiando a varias industrias, las cuales se han visto obligadas a cambiar si lo que quieren es sobrevivir.

La pornografía es una industria que se ha visto afectada por la piratería y la gran difusión de páginas que ofrecen contenidos gratis. Después de varios años y de conocer la industria para adultos tal como la veíamos todos los días, simples videos donde personas sostenían relaciones sexuales con distribuciones masivamente en tiendas de dvds o en sitios clandestinos, esa misma industria se ha transformado y ahora esas superestrellas del cine para adulto que se están viendo afectadas por la llamada “crisis del porno” están dando un vuelco total a sus carreras y se están moviendo a un mercado de este género que si bien no es desconocido por la mayoría de personas, es cierto que es mucho mas beneficioso tanto para ellas como para los consumidores de este tipo de servicio: estamos hablando de las webcams.

En las páginas de videochat millones de personas están fascinados con tener a su artista porno en directo y poder cumplir sus fantasías más morbosas con ellos  con precios que podía ser el equivalente a comprar una película xxx hace 15 años; alrededor de 8 minutos de visualización de las grabaciones eróticas.

El éxito de una verdadera webcammer es saber las necesidades de cada uno de sus clientes y más que las cosas que rodea la sala de chat, lo que importa es lo que el espectador en general desea. Esperanza, una famosa chica webcam afirma “la mayor parte del tiempo que paso en el videochat, hago prácticamente de sicologa, sonriendo y escuchando miles de historias  personales y experiencias de toda clase de personas”

La vida de las personas no es perfecta y muchas veces buscan estos medios para desahogarse o encontrar alguna persona para contarle alguna cosa privada. Todos nos juzgan por hacer este trabajo pero no ven que muchas veces actuamos como amigas y/o confidentes y creo que eso ayuda a que el mundo sea mejor.

La gente que visita a menudo estos sitios son muy fieles, la devoción es tanto que no solo visitan las paginas innumerables veces todos los días  sino que están pendientes de los artistas y su cariño lo demuestran haciéndoles regalos o estándo al tanto con cualquier cosa que pase con ellas.
Arturo (es un joven y cliente de una página x de webcam) nos cuenta que está al borde de ir a la quiebra por que tiene una fuerte fijación con algunas chicas, al respecto nos cuenta: “Tengo una fuerte relación con ellas, quiero que siempre estén bien y por eso les doy regalos pero también gasto mucho dinero al estar demasiado tiempo en sus salas de chat, es casi como tener una relación amorosa pero sin discusiones donde es casi todo perfecto”

Asistir a estos sitios de webcam podría ser interpretado como infidelidad?


Aunque el sexo que se sostiene en las webcams sexuales puede ser considerado verdadero por unos y falso por otros, lo cierto es que ninguna de las dos partes sostiene contacto real o físico y el dinero que cualquier persona se hubiera gastado con una relación extramatrimonial, los fanáticos de este tipo de encuentros sexuales lo prefieren invertir en funciones sexuales, regalos  u  otras manifestaciones de cariño expresadas en dinero.

El antiguo consumidor de las películas xxx ahora puede tener participación real con una artista porno a la cual le puede hacer expresar todo su afecto y cariño, y si este viene en forma de dinero para ellas es mucho mejor.

Para las antiguas superstars de la industria pornográfica este tipo de trabajo significa un vuelco de 360 grados para sus vidas y carreras ya que pasan de ir a estudios de grabación, encontrarse con compañeros  o completos desconocido en un set, ir a eventos y convenciones y ser toda una celebridad conocida en el mundo entero a estar solas en su casa con un computador personal, una webcam y nada mas. Estas chicas pasan de la fama y la presión de ser una artista de la industria para adultos a ser la fantasía hecha realidad de esos mismos que tenían acceso a sus videos pero que ahora las pueden tener en persona.

En este gran negocio participan personas de todo el mundo, tanto webcammers como consumidores de este servicio sin importar clases sociales, etnia o religión, son personas que viven en el mundo del sexo virtual bien sea para hacer dinero o para hacer realidad fantasías que tal vez no pueden hacer en el mundo real.

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